Un indicador
ambiental es una variable que pretende reflejar el estado del medio ambiente, o
de algún aspecto de él, en un momento y en un espacio determinado. Es una
herramienta para la evaluación y toma de decisiones políticas sobre los
problemas ambientales. También son una excelente herramienta de información al
público.
Biocapacidad y Huella ecológica
Los
indicadores de aplicación internacional que miden el impacto ambiental y
sostenibilidad son la biocapacidad y Huella ecológica.
Biocapacidad,
es la cantidad
de áreas productivas que disponibles para satisfacer las necesidades de una
población. La Biocapacidad es la capacidad de carga disponible de un lugar o
región. Es la máxima cantidad de áreas productivas. Esto supone la máxima
explotación. La biocapacidad, es la superficie que cuenta una región o país para
un determinado nivel de producción y se expresa en unidades de hectáreas
globales Hag.
Huella
ecológica, es
la demanda de la humanidad requeridos a la biosfera, para proporcionar los
recursos que necesitamos y para absorber nuestros desechos. Huella ecológica es
el consumo de la biocapacidad o explotación de la capacidad de carga y
emisiones de CO2. En principio, la HE parece un buen indicador de
(in)sostenibilidad del planeta, una ciudad, una región, un territorio. Muestra
la cantidad de espacios utilizados, de
acuerdo al estilo de vida y de consumo de una sociedad.
Crédito y déficit
ecológico
La diferencia entre biocapacidad y huella ecológica puede dar un excedente o crédito de
recursos (BC-HE>0) o un déficit ambiental (BC-HE<0).
Crédito ecológico, se logra cuando en una región su
biocapacidad es superior a la Huella Ecológica o consumo. En este caso existe
un superávit ecológico.
Déficit ecológico se produce cuando el área consumida
(huella ecológica) es mayor a su biocapacidad. Pone de manifiesto la sobreexplotación
del capital natural y la incapacidad de regeneración.
Componentes de la biocapacidad
y huella ecológica
Los componentes utilizados en la determinación de
la biocapacidad y huella ecológica, expresados en hectáreas globales (Hag) estandarizadas; son 6 áreas:
Hectáreas en
agricultura para producir alimentos vegetales.- Áreas para cultivos disponibles y utilizados para
producir alimento vegetal y para ganado.
Hectáreas para pastos
que alimenten al ganado.-
Área disponibles y utilizadas para producción ganadera (Carne, lácteos, piel,
lana).
Hectáreas de bosques para
producir madera y papel.-
Áreas disponibles y explotadas para obtener madera, leña y pulpa para papel.
Hectáreas marina
para la extracción de recursos
pesqueros.- Superficies
disponibles y utilizadas de a la captura de peces y mariscos marinos y de agua
dulce.
Hectáreas de bosque
necesarias para absorber el CO2 energético.- Terreno forestal requerido para
absorber las emisiones de CO2 procedentes de la quema de combustibles fósiles,
cambios de uso del suelo, excepto la porción absorbida por los océanos. Estas
emisiones son los únicos productos
residuales incluidos en la huella ecológica y no posee biocapacidad.
Hectáreas en
infraestructura urbana de las ciudades.- Áreas ocupadas por infraestructura humana ciudades,
viviendas, transporte, industrias, represas, centrales hidroeléctricas. Se
considera que la biocapacidad y la huella es la misma.
Cálculo de la biocapacidad
y huella ecológica
Para el cálculo de la biocapacidad y huella
ecológica se requiere:
1. Contabilizar las
hectáreas disponibles y utilizadas de las categorías establecidas.
2. Transformar las
hectáreas disponibles y consumidas, en áreas productivas. Para el caso de la
huella ecológica, se requiere conocer los factores de rendimiento promedio
nacional y de equivalencia. Para el cálculo de la biocapacidad se requiere conocer
la extensión de las tierras en producción y las que aún están desocupadas y su
equivalencia.
3. Las hectáreas productivas y consumidas
calculadas se divide entre la población y se obtiene Hag (hectáreas globales).
Importancia de la
determinación de la biocapacidad y huella ecológica
Agrupa en un solo número el impacto que una
determinada comunidad humana ejerce sobre los ecosistemas, tanto por el consumo
de recursos como por la generación de residuos; permite definir y visualizar la
dependencia de las sociedades humanas respecto al funcionamiento de los
ecosistemas del planeta a partir de superficies apropiadas para satisfacer un
determinado nivel de consumo; permite determinar el área productiva que una
comunidad humana requiere, independientemente de que ésta se encuentre fuera de
sus dominios; da la posibilidad de visualizar la inequidad social en la
apropiación de los ecosistemas del planeta al realizar el cálculo para
comunidades humanas o grupos sociales con consumos diferentes; y posibilita
hacer el seguimiento del impacto de una comunidad humana sobre los ecosistemas,
mediante la actualización del indicador a través del tiempo. Y en vista de la
concentración de la población en las grandes ciudades, es posible hacer notar
la dependencia que éstas tienen de los ecosistemas.
Informe Planeta Vivo 2012
El
Informe Planeta Vivo es un documento que explica el estado de la biodiversidad,
los ecosistemas y la demanda de recursos naturales de la humanidad; y explora
las implicaciones de estos cambios. El informe destaca que las actuales
tendencias se pueden revertir todavía, eligiendo mejores opciones que sitúen al
mundo natural en el centro de las economías, los modelos empresariales y los
estilos de vida.
Los
recursos se convierten en desechos más rápido de lo que la naturaleza puede
regenerarlos.
Los
últimos datos indican que la Huella Ecológica de la humanidad, se ha más que
triplicado desde 1961. La huella actual excede en casi 25 % de la capacidad de
regenerarse del planeta.
Desde
de mediados de los 80’ la huella ecológica comenzó exceder la biocapacidad de la tierra. La ONU advierte
que para el año 2030 la demanda de la humanidad será el doble de la
biocapacidad del planeta, si continúa el mismo escenario
mundial de crecimiento de la
población y de la economía.
La
humanidad ya no vive de la renta que produce la naturaleza, sino que está
consumiendo su capital.
Se debe
reducir el consumo individual con innovaciones tecnológicas que aumenten la
eficiencia en el uso de los recursos y organizar las principales categorías de
consumo (alimentos, vivienda, movilidad, bienes y servicios). Las medidas de
eficiencia energética y el desarrollo de alternativas al uso de combustibles
fósiles facilitarán en gran medida la sostenibilidad en conjunto.
Hoy la
humanidad utiliza el equivalente de 1.4 planetas cada año. Esto significa que
ahora le tarda a la tierra un año y cinco meses para regenerar lo que utilizamos
en un año.
La ONU
sugieren que si las tendencias actuales de la población y consumo continúan, las
próximas décadas necesitaremos el equivalente de dos planetas tierra para
suportarnos. Y por supuesto, tenemos solamente una.