Alejandro Suárez amaneció contento y muy
temprano el día que empezó su tercera campaña para ser alcalde del distrito de
San Lorenzo, Provincia de Cutervo, en Cajamarca. Las campañas anteriores habían
sido largas y extenuantes recorriendo los lugares de regadío y labranza, y los
espacios en que se dejaba pasar el día a las vacas, conversando con la gente
que trabaja la tierra. Alejandro quiso siempre ocupar un puesto público. De
pequeño escuchó muchas veces las historias contadas por sus padres, tíos y
abuelos sobre unas tierras que habían sido propiedad de la familia en Cajamarca
y que fueron expropiadas por el gobierno de Velasco en el tiempo de la reforma
agraria. Cuando oía hablar de esas tierras, le hervía la sangre y se juraba a
sí mismo recuperar las tierras de la familia y entregárselas nuevamente a su
abuelo Julián Suárez, “como había sido siempre”, como repetía siempre el viejo
Julián. Cuando acabó la secundaria, la familia pasaba por un mal momento
económico a consecuencia de la nueva economía de los 90. Logró estudiar en
Cutervo una carrera técnica ligada a la agronomía como para cuidar del pequeño
negocio familiar que sostenía a la familia. No pasó mucho tiempo sin que se
interesara nuevamente por la política. Con unos amigos, en el año 2001, fundó
el movimiento independiente Nuevo Amanecer para postular a la alcaldía de San
Lorenzo. Tuvo que hacer cuyadas y reuniones a las que comprometía a sus
parientes y amigos para obtener fondos para la campaña. Recién se daba a
conocer y postuló por primera vez. Perdió por lejos. Tras las elecciones, se
desmoralizó por los resultados pero sus amigos le mantuvieron la llama
encendida y le invitaban a postular otra vez. El 2005 renació Nuevo Amanecer
para postular nuevamente a la alcaldía. Esta vez sus amigos convertidos en
colaboradores hicieron rifas y reunieron una cantidad importante de dinero
antes de comenzar la campaña. “Ustedes son las bases de Nuevo Amanecer”, les
decía siempre Alejandro. La campaña fue más fuerte ya que competía con otros
candidatos que ya había postulado antes a la alcaldía y eran viejos zorros del
distrito. Alejandro se comprometió con todo lo que tenía para ganar la alcaldía
e invirtió dinero del negocio familiar incluso. Volanteó por el distrito y
alrededores, visitó nuevamente a los votantes recorriendo caminos y trochas,
bajo sol y algunas lluvias. Llevó juguetes para los niños en julio y los
repartió casa por casa. Se endeudó con el Banco de Crédito que le ofreció un
préstamo personal para sostener la campaña. Cuando terminaron las elecciones,
no tenía dónde caer muerto. Además de cansado, estaba sobreendeudado. Los
viejos políticos del pueblo se aliaron y prometieron y regalaron más, tenían
mejores contactos y ganaron la elección. Alejandro quedó tercero en la votación
pero con una diferencia grande con respecto al ganador.
Durante la campaña 2005, llegaron al pueblo dos
personas, Yesenia Morales y Juan Crisóstomo, que se hospedaron en casa de una
vecina de Alejandro. Nadie lo sabía pero ellos venían a observar las elecciones
como parte de Convergencia Regional por el Futuro, un movimiento regional que lidera
el ingeniero Arturo Gálvez, presidente regional de La Libertad. Unos días
después de la votación, hubo una fiesta y en ella Yesenia y Juan conocieron a
Alejandro.
-
Somos parte de Convergencia Regional para el
Futuro, de Arturo Gálvez, y hemos venido a San Lorenzo a por las elecciones
municipales. Hemos visto lo que has hecho y nos gusta cómo trabajas. Queremos
proponerte que trabajes con nosotros como operador distrital –dijo Yesenia–.
Alejandro aceptó aunque se preguntaba qué
tendría que hacer. Días más tarde, Yesenia y José se marcharon pero le dejaron
dicho que se comunicarían con él dentro de poco para decirle qué tendría que
hacer. “Seguramente te invitaremos a una reunión a Trujillo”, le dijo José. Así
fue. Un mes más tarde, llegó a su casa una invitación para una semana de
trabajo en Trujillo a la que asistiría el ingeniero Gálvez, presidente
regional. Con curiosidad viajó Alejandro. Los primeros dos días fueron
reuniones de camaradería e ideales para conocer personas. El tercer día era el cierre
del evento con una cena en instalaciones del Gobierno Regional. Durante la cena
show, el ingeniero Gálvez se paseaba por las mesas y cuando llegó a la mesa de
Alejandro, el ingeniero venía acompañado de Yesenia. Ella los presentó y le
habló al oído al ingeniero. Gálvez le dijo:
-
La señorita Morales me ha hablado muy bien de
ti, Alejandro. Te voy a proponer algo que nadie te ha dado. Tú siempre quisiste
ser profesional: te voy a dar beca completa para que estudies ingeniería civil
en nuestra Universidad José Santos Chocano. Quiero que te prepares para que
trabajes en cosas importantes con nosotros.
Alejandro se puso a estudiar. Y como operador
distrital de Convergencia Regional, en tiempo de vacaciones, viajaba a San
Lorenzo a visitar a la familia pero también para conocer los problemas del
distrito. Alejandro se dio cuenta que no todos tenían agua potable en San
Lorenzo. Él se lo comunicó a los operadores de política de Convergencia. Dos
años más tarde, el todavía estudiante de ingeniería civil se puso a la cabeza
de una campaña para terminar de dotar de agua potable a todo el distrito.
Convergencia Regional puso a disposición de la obra a un ingeniero civil, dos
capataces y veinte obreros. Alejandro fue el asistente del ingeniero y le
acompañó durante toda la obra. Cuando terminó la obra, a Alejandro ya lo
conocía todo el pueblo. Alejandro se dio el lujo de invitar al alcalde de San
Lorenzo a la inauguración del agua potable. Y empezaron a llegar personas a su
casa que le contaban sus problemas y necesidades. Entonces era el momento
esperado por él: abrió en su casa el local de Convergencia Regional. “Lo que ni
los alcaldes lograron hacer lo has hecho tú”, le decía la gente cuando caminaba
por las calles. Y sus amigos y nuevos colaboradores solo esperaron las
siguientes elecciones para lanzarlo a la alcaldía. En las siguientes vacaciones
fue mapeando el distrito enterándose de qué necesidades había y siguió
repartiendo juguetes en julio y diciembre pero sin poner mucho dinero suyo ni
de sus amigos. Ahora el apoyo económico lo ponía Convergencia Regional a través
de los fondos donados por la Universidad José Santos Chocano. Alejandro terminó
ingeniería en el plazo esperado y ya como ingeniero se lanzó por tercera vez a
la alcaldía de San Lorenzo. No prometió absolutamente nada en su campaña
electoral. Y ganó por lejos y a nadie sorprendió.
Miguel Ángel Ruiz
No hay comentarios:
Publicar un comentario