viernes, 10 de junio de 2016

Indicadores del impacto ambiental

Un indicador ambiental es una variable que pretende reflejar el estado del medio ambiente, o de algún aspecto de él, en un momento y en un espacio determinado. Es una herramienta para la evaluación y toma de decisiones políticas sobre los problemas ambientales. También son una excelente herramienta de información al público.

Biocapacidad y Huella ecológica

Los indicadores de aplicación internacional que miden el impacto ambiental y sostenibilidad son la biocapacidad y Huella ecológica.

Biocapacidad, es la cantidad de áreas productivas que disponibles para satisfacer las necesidades de una población. La Biocapacidad es la capacidad de carga disponible de un lugar o región. Es la máxima cantidad de áreas productivas. Esto supone la máxima explotación. La biocapacidad, es la superficie que cuenta una región o país para un determinado nivel de producción y se expresa en unidades de hectáreas globales Hag.

Huella ecológica, es la demanda de la humanidad requeridos a la biosfera, para proporcionar los recursos que necesitamos y para absorber nuestros desechos. Huella ecológica es el consumo de la biocapacidad o explotación de la capacidad de carga y emisiones de CO2. En principio, la HE parece un buen indicador de (in)sostenibilidad del planeta, una ciudad, una región, un territorio. Muestra la cantidad de espacios  utilizados, de acuerdo al estilo de vida y de consumo de una sociedad.

Crédito y déficit ecológico

La diferencia entre biocapacidad y huella ecológica puede dar un excedente o crédito de recursos (BC-HE>0) o un déficit ambiental (BC-HE<0).

Crédito ecológico, se logra cuando en una región su biocapacidad es superior a la Huella Ecológica o consumo. En este caso existe un superávit ecológico.

Déficit ecológico se produce cuando el área consumida (huella ecológica) es mayor a su biocapacidad. Pone de manifiesto la sobreexplotación del capital natural y la incapacidad de regeneración.
Componentes de la biocapacidad y huella ecológica

Los componentes utilizados en la determinación de la biocapacidad y huella ecológica, expresados en hectáreas globales (Hag) estandarizadas; son 6 áreas:

Hectáreas en agricultura para producir alimentos vegetales.- Áreas para cultivos disponibles y utilizados para producir alimento vegetal y para ganado.

Hectáreas para pastos que alimenten al ganado.- Área disponibles y utilizadas para producción ganadera (Carne, lácteos, piel, lana).

Hectáreas de bosques para producir madera y papel.- Áreas disponibles y explotadas para obtener madera, leña y pulpa para papel.

Hectáreas marina para  la extracción de recursos pesqueros.- Superficies disponibles y utilizadas de a la captura de peces y mariscos marinos y de agua dulce.

Hectáreas de bosque necesarias para absorber el CO2 energético.- Terreno forestal requerido para absorber las emisiones de CO2 procedentes de la quema de combustibles fósiles, cambios de uso del suelo, excepto la porción absorbida por los océanos. Estas emisiones son los únicos  productos residuales incluidos en la huella ecológica y no posee biocapacidad.

Hectáreas en infraestructura urbana de las ciudades.- Áreas ocupadas por infraestructura humana ciudades, viviendas, transporte, industrias, represas, centrales hidroeléctricas. Se considera que la biocapacidad y la huella es la misma.

Cálculo de la biocapacidad y huella ecológica

Para el cálculo de la biocapacidad y huella ecológica se requiere:

1. Contabilizar las hectáreas disponibles y utilizadas de las categorías  establecidas.
2. Transformar las hectáreas disponibles y consumidas, en áreas productivas. Para el caso de la huella ecológica, se requiere conocer los factores de rendimiento promedio nacional y de equivalencia. Para el cálculo de la biocapacidad se requiere conocer la extensión de las tierras en producción y las que aún están desocupadas y su equivalencia.
3.  Las hectáreas productivas y consumidas calculadas se divide entre la población y se obtiene Hag  (hectáreas globales).

Importancia de la determinación de la biocapacidad y huella ecológica

Agrupa en un solo número el impacto que una determinada comunidad humana ejerce sobre los ecosistemas, tanto por el consumo de recursos como por la generación de residuos; permite definir y visualizar la dependencia de las sociedades humanas respecto al funcionamiento de los ecosistemas del planeta a partir de superficies apropiadas para satisfacer un determinado nivel de consumo; permite determinar el área productiva que una comunidad humana requiere, independientemente de que ésta se encuentre fuera de sus dominios; da la posibilidad de visualizar la inequidad social en la apropiación de los ecosistemas del planeta al realizar el cálculo para comunidades humanas o grupos sociales con consumos diferentes; y posibilita hacer el seguimiento del impacto de una comunidad humana sobre los ecosistemas, mediante la actualización del indicador a través del tiempo. Y en vista de la concentración de la población en las grandes ciudades, es posible hacer notar la dependencia que éstas tienen de los ecosistemas.

Informe Planeta Vivo 2012

El Informe Planeta Vivo es un documento que explica el estado de la biodiversidad, los ecosistemas y la demanda de recursos naturales de la humanidad; y explora las implicaciones de estos cambios. El informe destaca que las actuales tendencias se pueden revertir todavía, eligiendo mejores opciones que sitúen al mundo natural en el centro de las economías, los modelos empresariales y los estilos de vida.
Los recursos se convierten en desechos más rápido de lo que la naturaleza puede regenerarlos.
Los últimos datos indican que la Huella Ecológica de la humanidad, se ha más que triplicado desde 1961. La huella actual excede en casi 25 % de la capacidad de regenerarse del planeta.
Desde de mediados de los 80’ la huella ecológica comenzó exceder la  biocapacidad de la tierra. La ONU advierte que para el año 2030 la demanda de la humanidad será el doble de la biocapacidad  del  planeta, si continúa el mismo escenario mundial de crecimiento de la  población  y de la economía.

La humanidad ya no vive de la renta que produce la naturaleza, sino que está consumiendo su capital.
Se debe reducir el consumo individual con innovaciones tecnológicas que aumenten la eficiencia en el uso de los recursos y organizar las principales categorías de consumo (alimentos, vivienda, movilidad, bienes y servicios). Las medidas de eficiencia energética y el desarrollo de alternativas al uso de combustibles fósiles facilitarán en gran medida la sostenibilidad en conjunto.

Hoy la humanidad utiliza el equivalente de 1.4 planetas cada año. Esto significa que ahora le tarda a la tierra un año y cinco meses para regenerar lo que utilizamos en un año.

La ONU sugieren que si las tendencias actuales de la población y consumo continúan, las próximas décadas necesitaremos el equivalente de dos planetas tierra para suportarnos. Y por supuesto, tenemos solamente una.

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